El descontento fue plasmado por miles de personas anónimas en las paredes de nuestras ciudades siendo estos muros el soporte de las voces apagadas, de las voces enmudecidas.
En Paredes que hablan queremos publicar un libro para resguardar esa memoria colectiva expresada en rayados, consignas y pinturas; para ello hemos recibido 2.500 fotografías de observadores casuales de las que hemos seleccionado 300.
Te invitamos a que apoyes este proyecto -no nuestro sino colectivo del pueblo de Chile- haciendo tu aporte aquí.
De origen soy profesor de Educación General Básica; en los años en que trabajé en sala siempre fue en Primero Básico y tengo maravillosos recuerdos de esa época. Actualmente trabajo como locutor desempañándome como maestro de ceremonias en actividades presenciales y haciendo grabaciones. También soy voluntario como observador de DD.HH. Pertenecer a este proyecto me interesó al ser los rayados y pinturas en los muros, la expresión de derechos humanos vulnerados y -más en lo particular- por mi pasión por las palabras con sentido, especialmente la poesía porque “la poesía es un arma cargada de futuro” (Gabriel Celaya).
Soy Isabel Schiappacasse F. mamá de cinco hijos, educadora de párvulos y emprendedora.
Este proyecto me entusiasmó desde un principio, octubre llegó como la primavera, con colores, pero ahora en los muros, las calles se llenaron de personas de todas las edades y a su paso iban quedando los testimonios de lo que muchos(as) chilenos(as) soñábamos desde hacía largo tiempo, un Chile más justo y solidario, especialmente con los cientos de niños y niñas que a diario ven vulnerados sus derechos. Esas frases, dibujos y pinturas no podían quedar en el olvido, las fotografías nos regalan la posibilidad de que la historia no se olvide.
Soy arquitecta y muralista, he trabajado en proyectos, estudios e iniciativas relacionadas con el espacio público urbano y de la ciudad, el arte y la salud mental de los habitantes. La explosión de escritos, mensajes y pinturas en los muros plasmados en los días del estallido me impactó, me interesó profundamente. La curiosidad por lo que expresaban esos mensajes fue el impulso que tuvimos para iniciar juntos este proyecto. Es una oportunidad única leer y entender estas voces.
Soy profesora de educación Básica. Me motiva la necesidad de rescatar las voces pegadas en los muros que se desbordan en octubre para resguardar la memoria de un sueño colectivo sin forma que se manifiesta en la calle. Sentí la urgencia de retratar el momento de la revuelta social que se inicia con fotos espontáneas y luego se encausa en este colectivo de amigos de los ochenta donde se dibujamos la idea de editar un libro.
Santiago de Chile